UNIDAD
NOVIEMBRE, MES DE LAS TRADICIONES
Bienestar común es un concepto que conlleva a que quien lo practique se sienta bien, y nuestra recuperación depende de ello; así es que si no disfruto la sobriedad emocional ni permito que otros la disfruten, estoy mal. Para no afectar al grupo debo darle “la contra” a mis deseos personales o existe el peligro de que desaparezca como dice la Literatura, al explicar la Primera Tradición, “Si no sobrevive el grupo, no sobrevive el individuo”.
Autoridad fundamental: concepto inaceptable para una persona egoísta. No aceptaba órdenes de nadie, pues “yo” era lo más importante; por lo tanto, era el Dios de mi propio universo.
Ahora todo ha cambiado, al aceptar la voluntad de ese Dios amoroso que se puede manifestar en la conciencia del grupo, siempre y cuando esté bien informada. ¿Hay o no líderes en N. A.?, por supuesto que los hay; pero predican con el ejemplo, no por mandato. Son servidores de confianza que no gobiernan ni buscan el halago o el reconocimiento.
El requisito es “Querer recuperarse de la enfermedad mental y emocional”, cualidad que muchos no tenemos al llegar al grupo e, incluso, ya estando en él.
El cambio se presentó cuando acepté mi impotencia ante la neurosis y al darme cuenta de que mi vida se había vuelto ingobernable.
A veces nos amparamos en esta Tradición (“no me pueden correr”) para no ser “invitados” a abandonar N. A. cuando rompemos el bienestar común. Sin embargo, en esos casos la conciencia, del grupo, y especialmente los servidores, salen al rescate, pues son los responsables del buen funcionamiento del mismo. Aunque no se le puede pedir a ningún compañero que deje N. A., debemos decirle que si no está a gusto con nosotros puede irse a otro grupo donde se sienta bien.
Autonomía no significa hacer lo que cada uno quiera, pues confundimos la libertad con libertinaje, y con nuestras actitudes podernos afectar a N.A. como un todo. No debemos manipular sino ser honrados con nosotros mismos, con otro ser humano y con Dios.
Si le debemos la vida a N. A. debemos hacer lo mejor para conservar nuestra Asociación, y no destruirla con nuestros caprichos, y esos sueños de pompa y poderío. Somos nosotros mismos los que terminamos afectados cuando desviamos los Principios.
Sobriedad emocional significa: “Equilibrio”, pues la prueba y error nos la narra A.A. en esta tradición para que los n.a.s las apliquemos sin inventar autonomías que muchas veces no tienen fundamento para el Programa de recuperación.
“Zapatero a tus zapatos”. Debemos hacer una cosa supremamente bien en lugar de hacer cien mal. Si nos comprometemos en demasiados asuntos nos perdernos del camino y el objetivo primordial se desvía. Si tenemos el don de Dios de identificamos con otro neurótico, aprovechémoslo. Darlo para conservarlo. Nosotros podemos hacerlo mejor que nadie, pues ya hemos encontrado la clave de la sobriedad.
Dios quiere que seamos el conducto para poder llegar al neurótico que aún esta sufriendo, pues es la forma de dar y recibir; esto es lo que dice la experiencia y yo la comparto: para evitar las recaídas debemos pasar el mensaje.
Ni el dinero, el poder o el prestigio deben desviarnos de nuestro objetivo. No debemos apoyar o financiar a ninguna empresa o causa por buenas que nos parezcan.
La experiencia ha demostrado que no mezclar nuestras actividades de recuperación mental y emocional con aquellas destinadas a actividades de cooperación con la medicina, la educación o el sostenimiento económico a neuróticos que necesiten este tipo de ayuda. Para N. A. esas prácticas quedan fuera de nuestros Principios y vendrían a afectar a N. A. como un todo. Por eso es tan importante sostenemos a nosotros mismos, sin recibir contribuciones de fuera.
El dinero, su mal uso (su despilfarro) o su acumulación (avaricia); problema para las naciones, los pueblos, los individuos. Por él se rompen buenos propósitos, si se tiene poco, malo y si demasiado, también. El equilibrio es lo correcto, a los grupos les hace daño tanto una cosa como la otra, pobres pero no miserables. Los grupos permanecen pobres mientras que los miembros se vuelven ricos.
En N. A. debemos tener lo necesario para sobrevivir y tener una reserva prudente. Reserva prudente quiere decir: por lo menos tres meses de gasto, sin recibir aportaciones de fuera ni (cuotas específicas), ¿lo hemos logrado? (dar sin esperar recompensa). ¿En cuánto valoramos nuestra sobriedad emocional?... En consecuencia, demos y todo saldrá bien (dinero y servicio para el Grupo, Comité, O.S.G. y O.S.M.). Quiera Dios que podamos hacerlo.
No somos profesionales en la transmisión del mensaje y nunca lo seremos. Sin embargo, algunos servidores de nuestra estructura (a todos los niveles) deben tener conocimiento referente al servicio que prestan en N. A. Esto no quiere decir que cobren por pasar el mensaje, sino por el trabajo que desempeñan. Es una gran satisfacción ser empleado de alguna instancia de servicio (del grupo cuando sea necesario, del Distrito, Comité Estatal. 0. 5. G. y actualmente en la 0. S. M.) Y recibir un sueldo. ¿Son bien remunerados estos servidores? Cabe aclarar lo que afirma la Tradición al respecto: aunque no se cobra por pasar el mensaje (Paso Doce y Quinta Tradición), nuestros centros de servicio pueden emplear trabajadores especiales que hagan los trabajos que requieren de tiempo completo: recepcionistas, secretarias(os) conserjes, despachador de literatura, gerente, etcétera.
Los Comités de servicio deben ser rotativos y directamente responsables ante aquellos que los eligieron. El cofundador de A.A. fue muy inteligente cuando denominó: “servicio” y no “trabajo” a lo que debemos hacer para transmitir el mensaje, porque a un neurótico no le gusta el trabajo (salvo que sea una fuga).
Pero cuando aceptamos el Primer Paso (a nivel emocional) decidimos “hacer cualquier cosa con tal de recuperarnos”. ¿Por qué a veces nos desentendernos de llevar el mensaje a aquellos que aún sufren?, ¿por qué no estar dispuestos a servir y capacitamos en la práctica del amor, que es el cambio a la recuperación? En el proceso nos daremos cuenta de lo afortunados que somos al tener la oportunidad de dar algo de lo que a nosotros nos fue dado.
No meternos en controversias y no mezclar el nombre de N.A. en polémicas públicas. Los neuróticos quisiéramos ser “ajonjolí de todos los moles”; es decir, la solución al sufrimiento del mundo entero. La experiencia: los Washingtonianos empecinados en apoyar la temperancia y la legislación antialcohólica en los E. U., y luego los grupos Oxford, con sus profundas creencias religiosas, y con la intención de apoyar la ley seca de ese mismo país. Los primeros se desintegraron por meterse en reformas ajenas al objetivo del Programa de recuperación. Vivencia plasmada en la Tradición, y digna de tomarse en cuenta por N. A., para no desviarnos de los principios de: Recuperación, (Doce pasos), Unidad (Doce tradiciones) y Servicio (Doce conceptos para el Servicio Mundial).
Anonimato a nivel Prensa, Radio, T. y. y Cine. Se trata de un concepto preventivo y adecuado para los neuróticos que siempre hemos querido ser los primeros en recibir halagos, aplausos y reconocimientos. “Dime de qué presumes y te diré de qué careces”. Sin poder destacar en nada en el mundo “normal”, muchos queremos dirigir la gran orquesta de N. A. y la mayoría de las veces nos equivocamos y desafinamos.
“Atracción no promoción”. Es tan fácil decirlo, pero difícil de ponerlo en práctica: así que es mejor obedecer por una vez en la vida; seamos humildes, sinceros, leales, trabajadores, honrados y grandes cosas nos sucederán.
De lo atractivo que hagamos el programa, a través de un cambio de actitudes, dependerá la manera en que se reciba nuestro mensaje, destinado a quienes necesiten el Programa.
Cada Tradición, y en especial ésta, nos exige sacrificios: el anonimato es el manto protector bajo el cual podemos trabajar unidos para que el recién llegado se sienta a gusto, y externe lo que le molesta.
Nuestra Agrupación no debe ser una asociación secreta. Con base en el anonimato podemos darnos a conocer por medio de la información pública. De esa manera, las personas sabrán quienes somos en N. A. y a lo que nos dedicamos.
Cada una de las Tradiciones nos mantienen unidos, trabajando en la recuperación, haciendo el servicio para que Dios se pueda manifestar y podamos, además, seguir el camino hacia la serenidad.
Debemos mantener abiertos los locales de nuestros grupos para darles a los nuevos lo que de gracia se nos dio: amor desinteresado, amistad, salud emocional, una nueva forma de vivir.., en una palabra, recuperación; respetando el anonimato para permanecer unidos y practicando los Principios de este Programa de recuperación, sin hacer personalidades.
Leo que "con nuestras actitudes podemos afectar a N.A. como un todo". No lo dudo, y más cuando queremos hacer que todo sea N.A."No todo lo que brilla es oro" reza el refrán.
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