domingo, 2 de mayo de 2010

LAS DOCE PROMESAS

Las sorprendentes doce promesas del programa
1 “SI NOS OCUPAMOS BIEN DE NUESTRO DESARROLLO QUEDAREMOS SORPRENDIDOS DE LOS RESULTADOS FAVORABLES, AUN CUANDO TODAVÍA ESTEMOS A MITAD DEL CAMINO”
Me siento sorprendido de que en mi caso, estas doce promesas se estén cumpliendo, me sorprende saber que yo he debido ocuparme bien y afrontar algunos contratiempos en mi proceso de recuperación. La manera sugerida de actuar de N. A. no siempre fue la mas fácil para mi, pero si la mas segura y conveniente.
No importa donde vaya y en que paso, lo importante es concientizar y ponerle toda la acción necesaria para poder llegar a el equilibrio emocional.
2-”VAMOS A TENER UNA NUEVA VISIÓN DE LA LIBERTAD Y LA FELICIDAD”
Desde el primer día que asistí a N. A. me sentí liberado de esa horrible sensación de soledad, y pude empezar a aprender la forma de vida de N.A. Recuerdo la sensación de alivio al saber que no tendría que volver a sentirme solo y deprimido.
Para mantener esa libertad continué asistiendo a las reuniones de mi grupo, y gradualmente empecé a conocerme a mi mismo, fui impulsado, animado a desarrollar los mejores aspectos de mi personalidad para llegar a adquirir una vida más próspera y feliz conmigo mismo.
Este proceso no ha sido fácil, pero el solo hecho de sacar a flote mi verdadero yo, trajo como resultado una felicidad tal como nunca antes había conocido.
3.- “NO TENDREMOS PORQUE LAMENTARNOS DEL PASADO. NI CERRARLE LA PUERTA COBARDEMENTE”
La serenidad hace que mi pasado llegue con más claridad y eso a veces es doloroso, especialmente porque trato de culpar a otros de mis errores, aunque la honradez adquirida me forcé a admitir mis responsabilidades por ellos. En todo caso Lo importante no es saber quién tuvo la culpa, mi problema principal es la neurosis.
¿Que hacer entonces?, vivir solamente un día a la vez, lo que ahora importa es lo que ahora soy.
Si bien “ahora” es el único lapso en que puedo vivir, no es posible tampoco descartar el pasado, porque ha contribuido a hacer de mi lo que ahora soy. Esa miseria pasada es algo que ahora puedo compartir, para enriquecer y traer felicidad a mi propia vida y la de otras personas.

4.- “COMPRENDEREMOS EL SICNIFICADO DE LA PALABRA SERENIDAD Y DISFRUTAREMOS DE VERDADERA PAZ.”
Yo clamaba por la paz, hoy puedo someterme a la prueba y estar tranquilo en el ojo de una tormenta, pero antes de hacer la prueba, necesito que la oración de la serenidad me ayude a tomar la decisión si debo actuar o no.
Solo entonces tendré la satisfacción de actuar correctamente, esa es para mi la verdadera paz mental.

5.- “NO IMPORTA CUAN BAJO HAYAMOS CAÍDO EN NUESTRA CARRERA NEURÓTICA DE AYER, PODEMOS BENEFICIARNOS Y BENEFICIAR A OTRAS PERSONAS CON NUESTRA EXPERIENCIA.”
Me reía del primer paso, porque pensaba que no había sufrido tanto como otro (creí que ni siquiera como neurótico había llegado al fondo),
Tenía el temor de no haber llegado demasiado lejos, ni de haber hecho lo suficiente como para merecer N.A., hoy no me importa el grado al que llegó mí sufrimiento: Soy simplemente neurótico. Nunca fui útil para alguien, trataba de complacer a todos y como ser humano fui amado y querido pero nunca necesario. Hoy como neurótico en recuperación, soy persona útil y tengo un objetivo en la vida. Es muy limitado lo que puedo hacer para enmendar mis debilidades pasadas, pero hoy puedo compartir mi experiencia con otras personas y de esa forma reparar en algo los daños causados.

6 “DESAPARECERÁN LOS SENTIMIENTOS DE INUTILIDAD y AUTOCOMPASIÓN QUE ANTES SE ENCERRABAN EN NUESTRO FUERO INTERNO”
Uno de los secretos para vivir sin fugas es la abstracción del interés, comer, hacer o pensar en algo distinto a ellas, así mismo debo aprender que puedo ocupar un lugar dentro de la sociedad, y al hacerlo perder menos tiempo en reflexiones, así haciendo de mi mismo el mejor uso posible, ese antiguo hábito mío de lamentarme por todo, va siendo cada vez menos intenso.
Hoy para mi es mucho mas atractivo ser instrumento de paz y conducto de bondad, que estar a toda hora recordando mis penas anteriores.
7 “PERDEREMOS INTERÉS EN LAS COSAS EGOÍSTAS Y COBRAREMOS INTERÉS EN NUESTROS SEMEJANTES”
Durante mi neurosis activa deseaba estar solo, pero anhelaba que los demás me aceptaran; sentía que era inútil, pero me consideraba un premio de la raza humana; quería ser el centro de atracción, pero sólo lo lograba en mis sueños fantásticos de neurótico, que nada real aportaban.
N. A. me ha reducido a mi verdadera dimensión y me ha permitido funcionar en muchos aspectos: cómo ser secretario de mi grupo, cómo comportarme en mi trabajo, en mis relaciones con otras personas.
Es más que suficiente saber que soy un piñón más de la rueda que conduce hacia la senda de la madurez, hacia una vida de adulto realmente útil dentro y fuera de la comunidad de N.A.
8 “SE ACABARÁ ESA BÚSQUEDA INCESANTE DE NUESTRO PROPIO SER”
Invierto mayor tiempo en el contacto con los demás, pierdo menos tiempo en mi evaluación. Así he perdido esa angustiante búsqueda de seguridad y la consecuencia funesta que acarrean los sueños de gloria, pompa y poderío.
Hoy en día, todo eso no es más que una autoindulgencia en momentos de inacción. Cuando mi bienestar está en peligro, siempre es suficiente reflexionar sobre la oración de la serenidad, ¿hay algo que yo pueda y deba hacer para cambiar esta situación? La respuesta será algo tan importante como buscar otro trabajo o llamar a un compañero por teléfono. Siempre sabré que hacer si honestamente oro pidiendo la sabiduría necesaria.
Mi progreso en la vida dependerá de una serie de decisiones sobre si debo hacer algo o no y en qué dirección debo seguir. Pero sólo necesito preocuparme por estar haciendo lo correcto, con esto ganaré respeto y amor propio; por consiguiente, estaré en mejor disposición de respetar y amar a los demás.
9 “NUESTRA ACTITUD Y PERSPECTIVA EN LA VIDA SERÁN MUY DISTINTAS”
Sólo en mis fantasías pude ser lo que yo quería: objeto de amor y admiración. Esta ambición sólo podía cumplirse en la fuga y aún así era pasajera.
Insatisfecho con la realidad, llegaba a la conclusión de que yo estaba programado para el sufrimiento; tenía que ser santo. Lástima que fuera un santo neurótico. Mi vida era espantosa. Hoy puedo vivirla enteramente sin la fuga, un día a la vez: la serenidad es la felicidad terrena que verdaderamente debo buscar.
10 “DEJAREMOS DE TENER MIEDO A LA GENTE QUE NOS RODEA Y NO NOS DESESPERAREMOS ANTE LA INSEGURIDAD ECONÓMICA”
Dentro de mis grandes complejos, antes de empezar a tener conciencia de mi identidad, todos los demás eran una amenaza para mi supervivencia.
La gente me expulsaría de mi trabajo o de mi hogar, o me haría exigencias que no podría cumplir. El banco me iniciaría acción legal tarde o temprano. Así con todo y con todos.
Pero los miembros de N. A. me enseñaron que tanto ellos como los demás seres humanos eran mis amigos si yo los aceptaba como tales. Gracias a N. A. he decidido que Dios no es un patriarca vengativo sino la fuente de todo amor. Estoy empezando a reconocer todo ese amor.
En cuanto a la inseguridad económica, un compañero a quién le pedí ayuda para conseguir un trabajo mejor que me produjera dinero extra para pagar a mis acreedores me dijo sabiamente que tratara de vivir con lo que ganaba.
11 “INTUITIVAMENTE SABREMOS HACERNOS CARGO DE SITUACIONES PRECARIAS QUE ANTES NOS ABRUMABAN”
La práctica constante de los Principios del Programa, así como actuar de la manera que nos parezca mas correcta tal vez no nos lleve a la perfección, pero sí nos facilitará mucho la vida. Después de todo, la única base para actuar es la Oración de la Serenidad.
En cualquier situación necesito ser yo mismo, no supermán. Para buscar la acción correcta debo guiarme por el corazón y el cerebro. La sabiduría recibida será lo necesario para poder tomar la decisión. En todo caso, habrá que tener presente el amor; lo adecuado siempre será lo hecho con amor.

12 “MUY PRONTO COMPRENDEREMOS QUE DIOS ESTÁ HACIENDO POR NOSOTROS LO QUE NO PUDIMOS HACER POR NOSOTROS MISMOS”
Yo había llegado a creer que no era capaz de enfrentar la vida sin las distintas fugas con las que me “escapaba” de mi realidad, puesto que era inválido como ser humano: un error, un fracaso y, por lo tanto, suponía que nunca sería feliz.
Todo esto implicaba una imposibilidad de cambiar; sin embargo, ahora reconozco que estaba equivocado. Lo hago con la más profunda gratitud, sin la menor rasgo de resentimiento y siempre sorprendido por tan buenos resultados.

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