sábado, 26 de junio de 2010

EL EGOÍSMO

LA CAUSA DE LA ENFERMEDAD EMOCIONAL:
EL EGOÍSMO
(Tomado del “Folleto de la Salud Mental” de Enero de 1968)

En el Folleto de la Salud Mental de noviembre de 1965 publicamos un artículo titulado: “LA RESPUESTA A LA ENFERMEDAD EMOCIONAL: EL AMOR”. Ahora examinamos el otro lado del problema y declaramos: LA CAUSA DE LA ENFERMEDAD EMOCIONAL: EL EGOÍSMO.

El egoísmo impide que una persona ame a otros, y sin amor para otros, no existe paz en ninguna parte. De esta forma, la persona enferma (egoísta) se aísla ella misma de sus amigos y termina severamente retraída, solitaria, miedosa, completamente destrozada, y puede intentar quitarse su propia vida para tratar de escapar de la horrible prisión que ha hecho para él mismo.

La persona egoísta sólo piensa en él mismo y en obtener las personas y cosas que él quiere. Este es un despiadado objetivo que está destinado al fracaso. Primero, él no puede continuar manipulando a las personas indefinidamente, así está destinado a la frustración. Segundo, aún si él pudiera manipularlos y tener las cosas que él piensa que quiere, siempre se sentirá frustrado, solitario, y aislado, ya que estas cosas que el quiere no le satisficieran, estarán vacías y desiertas y “se tornarán en cenizas en su boca”. ¿Cómo lo sabemos? Nos sucedió a nosotros y a muchos, muchos de nuestros amigos y conocidos.

Muchos, muchos de nosotros queríamos a las personas que deseábamos y las “obtuvimos”, queríamos Cadillacs, TV a colores, alfombras orientales, una casa de “vacaciones”, joyas, pieles, dinero, y obtuvimos estas cosas también, y obtuvimos estas cosas también, pero cuando las obtuvimos, nos sentimos ¡MISERABLES! ¿Por qué nos sentimos miserables?, porque habíamos puesto el valor de tales cosas primero y hecho de ellas un fin, esperando que ellas nos harían felices. En obtener estas cosas y en nuestras vidas NUESTROS DESEOS VENÍAN PRIMERO, no nos habíamos molestado en amar a las personas o tratar de poner el amor, entendimiento, servicio, amistad primero. Todo lo que importaba era obtener lo que queríamos y como las personas y cosas nos afectaban. Juzgábamos las cosas como “buenas” o “malas” de acuerdo a la forma en que nos afectaban. En otras palabras, “bueno” era lo que queríamos, “malo” lo que no queríamos. Si a otras personas les gustaba algo que a nosotros no nos gustaba, lo declarábamos “malo” y eso era el final. Éramos completamente intolerantes.

Observe a una persona emocionalmente enferma y note su conversación. Si usted quita el “yo”, “mí”, “mío” de su lenguaje, la persona enferma no podría hablar. Toda su conversación tiene referencia a él mismo. Casi siempre va así: “yo no puedo dormir”, “yo no disfruté mi cena”, “yo voy al centro a comprar”, “yo quiero un carro nuevo”, “no me gustó aquella película” (o programa de TV, obra. Caminata, concierto, o paseo por el campo)”, “yo tengo calor (o frío o cansancio, o incómodo, etc.), “mi jefe es un tirano”, “yo no soy feliz”, etc., etc. Casi nunca usted escucha decir: “Juan tiene un carro nuevo, me siento muy feliz por ello”, “el niño de María es muy bonito, ella y su esposo están felices”, “llevemos a la tía a pasear el domingo”. ¡Oh, no! La persona egoísta (enferma) virtualmente NUNCA habla acerca de otros, o se preocupa por ellos.

La clave para conocer, resolver y eliminar el problema de la enfermedad es el reconocimiento de que ésta es causada por EL EGOÍSMO INNATO DE LA PERSONA QUE LE IMPIDE ADQUIRIR LA HABILIDAD PARA AMAR Y ES CURADA AL ELIMINARSE EL EGOÍSMO Y ADQUIRIR LA HABILIDAD PARA AMAR. Nos asombramos de que esta clave no fue encontrada antes. Usando esta clave, Neuróticos Anónimos ofrece un método por medio del cual, las personas emocional y mentalmente enfermas pueden obtener la curación que desean, eliminar el egoísmo y adquirir la habilidad para amar -restablecerse y continuar bien-. Pero este cambio requiere una FUERZA más grande que la del individuo, DIOS COMO CADA CUAL LO CONCIBE, ya que el intelecto solamente no puede darnos el cambio que deseamos.
Esta simple clave, que explica la causa y la curación de la enfermedad, también explica todo lo relacionado con la misma. Todo ser humano nace egoísta y debe adquirir la habilidad para amar. Si él no la adquiere, continuará egoísta y esto más adelante le impedirá ser feliz. Si un niño adolece de un egoísmo innato puede predecirse que él tendrá problemas con sus padres, sus parientes, su prójimo, sus compañeros; y más tarde, con sus jefes, sus amigos, su familia. En pocas palabras, con cualquiera y en cualquier situación. Es absolutamente inevitable. Seguramente no habrá ningún escape hasta que él aprenda a amar.

Más tarde, él sufrirá de gran soledad, retraimiento, depresión, ansiedad, culpabilidad, remordimiento, y todas las emociones tormentosas asociadas con la enfermedad emocional y mental. Él progresará en su enfermedad si no es sometido a tratamiento hasta que llegará a una profunda psicosis, tratará de suicidarse, o tomar drogas, volverse un criminal o cualquier otra conducta antisocial. No hay esperanza para él hasta que aprenda a sobreponerse a su egoísmo y aprenda a amar.

El egoísmo innato impedirá a la persona de llegar a tener relaciones humanas, cariñosas y recíprocas. Ella no puede tenerlas, ya que no las conoce, ésta absolutamente impedida de experimentar cualquier acción humana y es, por lo tanto, la persona más sola del mundo. No puede encontrar paz ni descanso en ningún lugar, y buscará el amor en vano. Hará cosas para atraer la atención y alabanza, pensando que es amor. Buscará aventuras “amorosas” pero en vano. Sus ansias de ser amada la llevarán a hacer cualquier cosa si se le permite continuar. Ella no ha aprendido el secreto: PARA RECIBIR AMOR DEBEMOS DARLO PRIMERO.

Esta es la causa de la enfermedad emocional y mental. No hay ninguna otra causa. Esta es la única cosa que hará que una persona esté emocional y mentalmente enferma. Más tarde en su vida, ella dirá que la causa de su enfermedad es “alguna experiencia traumática” que la culpa la tiene su esposa, sus padres, sus jefes, o cualquiera, o cualquier cosa, pero estas excusas serán el RESULTADO de su enfermedad, no las causas.

Muchas personas no se dan cuenta que la preocupación por uno mismo es egoísmo. Este tipo de egoísmo es insidioso y usualmente es difícil de reconocer. Cuando las personas piensan en el egoísmo, sólo piensan en la clase obvia y reconocible, por la cual el individuo se esfuerza por obtener lo que quiere, pasa por encima de otros para satisfacer sus deseos, y hace demandas imposibles en otras personas. Este tipo de egoísmo es fácilmente descubierto y otras personas pueden estar en guardia de esta persona.

Pero la clase de egoísmo que en verdad mata y que a menudo no es descubierto por la persona enferma o por otros con los que él trata, es la total y completa preocupación por uno mismo. En lo que respecta a la salud, ánimos, sentimientos, confort, intereses, etc. La persona enferma a menudo niega que esto es egoísmo. Grita: “pero yo no le hago daño a otros, yo no trato de obtener cosas, yo no abuso de otros en verdad, yo soy tímido y retraído. Yo sufro en silencio”. ¡Ah!. Pero aunque esto puede ser cierto en acciones obvias, ¿no es egoísmo su excesiva preocupación por él mismo? Que excluye todo lo demás. El decir: ”yo soy tímido y retraído, yo sufro en silencio” está completamente orientado a él mismo, y por lo tanto, es egoísmo.
Cuando nuevas personas ingresan en N.A. invariablemente deniegan el egoísmo porque ellos están pensando en la clase común y visible. Cuando ellos pueden ver la clase que está escondida, insidiosa, devastadora, que es la que estamos hablando, invariablemente obtienen alivio y empiezan en el programa.

Así, aunque puede que usted nunca haya tomado ventaja de nadie en una transacción comercial o en un juego, aunque usted nunca haya buscado cosas materiales que no haya ganado o aunque no haga otra cosa egoísta, obvia y reconocible, si usted está demasiado preocupado por usted mismo, tenemos noticias que darle: ¡USTED ES EGOÍSTA!.

De hecho, esta preocupación por uno mismo es la clase de egoísmo más vil y baja. Ya que está “escondida” es difícil para otros de reconocer, y la persona enferma puede tomar ventaja de ellos sin que lo sepan. Vea la simpatía que la persona enferma obtiene con “yo no me siento bien” “yo estoy deprimido”. Ciertamente esto es abusar de otras personas y de robarles su felicidad. Líbrese de la preocupación por usted mismo. AYUDE A OTROS.

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