Todos sabemos que la oracion continua y sincera es necesaria para la conservacion de la sobriedad. Pero lo que muchos parecen olvidar es que la oracion , para que sea sincera debe ir acompañada por la ACCION de nuestra parte. Debemos , como se ha mencionado en el undecimo paso, hacer el trabajo de rutina.
Hace algun tiempo un miembro de un grupo de otra poblacion acudio a mi buscando ayuda para resolver su “problema”. Su dificultad parecia radicar en su imposibilidad de encontrar un trabajo adecuado . Y lo que mas lo confundia era el hecho de que “habia rezado y rezado por espacio de meses pidiendo un trabajo”, y sin embargo, todavia no lo habia obtenido.
Sospechando que algo andaba mal en su enfoque, le pregunte?:
-¿has estado buscando un empleo duerante todo este tiempo?
--Desde luego que no—replico--, pero he rezado por tanto fervo, que pense que apareceria alguno.
Desde luego no deseamos, bajo ningun concepto, que se piense que le queremos restar poder a la oracion. Por el contrario, sinceramente creemos que la oracion es muy necesaria en todas las circunstancias de nuestras vidas, y hemos visto muchos milagros como resultado de ella, pero deseariamos insistir en que la respuesta a una oracion no es ORDINARIAMENTE el resultado de la accion de Dios por si solo, sino el resultado de nuestra accion CONJUNTA con Dios. Dios generalmente opera a traves de nosotros y no sobre nosotros. Debemos estar dispuestos. Y esta buena voluntad y sinceridad generalmente se manifiesta en la ACCION ejecutada por nosotros---en NUESTRO trabajo de rutina. “A Dios rogando y con el mazo dando”--¿recuerdan?
La oracion sincera y la respuesta a la misma generalmente sigue un patron definido: nosotros rezamos , nosotros ACTUAMOS ejecutando nuestra parte; Dios ACTUA ejecutando su parte. ACCION ES LA PALABRA CLAVE.
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