Trabajar con otros enfermos es la medicina para mantener la estabilidad emocional. Gracias a haber llegado a la agrupación y a darnos la oportunidad de practicar los principios del programa, hemos conocido una vida como jamás la habíamos imaginado. Hemos cambiado por completo nuestros valores; los viejos conceptos de triunfo, superación y éxito en el mundo material y en lo que llamábamos amor ahora tiene un contenido espiritual. Hoy hablamos de humildad, de fortalecimiento de carácter, de tolerancia y respeto hacia quienes nos rodean. Disfrutamos de relaciones maduras y cariñosas en el hogar, en el trabajo y en los demás senderos de la vida, y cuando vamos a nuestro grupo no pensamos en que vamos a obtener de el, sino que podemos dar en el para sentirnos mejor.
Sin embargo, hay que reconocer que no todos- o no siempre- somos capaces de abrigar tan nobles sentimientos. Hemos vivido momentos de desaliento o apatía, de duda o frustración, sobre todo cuando las cosas no marchan bien en nuestras vidas o cuando nos sentimos desintegrados o resentidos dentro del grupo. Llegamos a creer que el programa nos impone exigencias sobrehumanas de tolerancia y buena voluntad hacia todo el mundo, menos hacia nosotros mismos. Quisiéramos que alguien se pusiera de nuestra parte, que nos dieran la razón siquiera una vez.
En esos momentos vienen en nuestro auxilio las herramientas del Programa. La primera y la mas importante, será siempre el Primer Paso: la derrota ante la emoción que nos embarga. En los trances difíciles nada es mejor que volver a lo elemental, a recordar que no estamos solos, que formamos parte de un gran movimiento que marcha de las manos de Dios.
El inventario moral, la meditación y la oración nos permiten detectar, admitir y corregir las actitudes que nos alejan temporalmente de la serenidad que con tanto esfuerzo hemos alcanzado. En algún pasaje de la literatura se habla de ahondar en el inventario y preguntarnos que hay en el fondo de nuestras emociones negativas, que generalmente es el miedo a perder algo que tenemos o a no alcanzar algo que deseamos.
¿Cómo es nuestra vida al día de hoy? ¿Cómo nos sentimos emocionalmente en el grupo, en la familia, en el trabajo, en todas nuestras actividades cotidianas? Estas son preguntas que necesitamos hacernos constantemente y tratar de responderlas con honestidad, con ayuda del apadrinamiento y de las experiencias de los compañeros, si queremos mantenernos tranquilos.,vida
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